Clase Preparatoria de Bautismo

Que es el Bautismo?
Es un acto que nos identifica con la verdad espiritual que hemos muerto a una vieja naturaleza de pecado representada en el ser sumergido en el agua y que hemos renacido a una nueva vida en Cristo y que Él nos ha hecho nuevas personas con una naturaleza espiritual. Romanos 6:3 ¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos con Cristo Jesús, en realidad fuimos bautizados para participar en su muerte?

Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva. En efecto, si hemos estado unidos con él en su muerte, sin duda también estaremos unidos con él en su resurrección.

Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado; porque el que muere queda liberado del pecado.8 Ahora bien, si hemos muerto con Cristo, confiamos que también viviremos con él. Colosenses 2:12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. El bautismo representa que mis pecados han sido lanzados al fondo del mar donde Dios los olvida y nunca más los vuelve a sacar.

EL BAUTISMO EN AGUA
Miqueas 7:18-19 ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. Soy sumergido para representar el acto de que morí a mi vieja naturaleza de pecado y renazco como una nueva criatura nacida de Dios. 2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Juan 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. El bautismo es una señal del nuevo pacto en Jesús. Colosenses 2:9. Toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo; y en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes han recibido esa plenitud. Además, en él fueron circuncidados, no por mano humana sino con la circuncisión que consiste en despojarse del cuerpo pecaminoso. Esta circuncisión la efectuó Cristo. Ustedes la recibieron al ser sepultados con él en el bautismo. En él también fueron resucitados mediante la fe en el poder de Dios, quien lo resucitó de entre los muertos. Al bautizarnos queda una evidencia de una experiencia maravillosa sellada en nuestra mente y corazón, de nuestra fe en Jesús. Desde un sentido espiritual el bautismo simboliza arrepentimiento y perdón de Dios ha nosotros. Arrepentimiento que demanda un cambio de actitud, mentalidad y conducta. Es decir que estoy tomando la decisión de darle la espalda al pecado y determino vivir una vida para Dios. También simboliza muerte y resurrección.

¿Por qué es necesario que me bautice? Porque es un mandamiento de Jesús que es necesario cumplir. Mateo 28:18 Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: -Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo....Porque es una manifestación externa de mi decisión de aceptar a Jesús. Marcos 16:15 Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.

En este pasaje es necesario aclarar la correcta interpretación de lo que dijo Jesús, porque a lo largo de la historia muchos han considerado como requisito para la salvación el bautismo, pero eso no fue lo que enseño Jesús. En este pasaje, Jesús afirma que aquellos que creen en él serán salvos, el ser bautizado es una evidencia externa de esa decisión de fe de creer, pero no es una condicionante para la salvación, de hecho la segunda expresión que Jesús utiliza aclara esta verdad “Y el que no cree ser condenado.” Entonces es claro que el requisito de salvación es reconocer y creer en Jesús, el bautismo es entonces una evidencia pública de la fe que he profesado en Jesús.

Ejemplos en el Nuevo Testamento de creyentes que fueron bautizados.

El eunuco Etíope:
Hechos 8:27. Felipe emprendió el viaje, y resulta que se encontró con un etíope eunuco, alto funcionario encargado de todo el tesoro de la Candace, reina de los etíopes. Éste había ido a Jerusalén para adorar 28. y, en el viaje de regreso a su país, iba sentado en su carro, leyendo el libro del profeta Isaías. 29. El Espíritu le dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro.»30. Felipe se acercó de prisa al carro y, al oír que el hombre leía al profeta Isaías, le preguntó: -¿Acaso entiende usted lo que está leyendo? 31. -¿Y cómo voy a entenderlo -contestó- si nadie me lo explica? Así que invitó a Felipe a subir y sentarse con él. 32. El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era el siguiente:« Como oveja, fue llevado al matadero; y como cordero que enmudece ante su trasquilador, ni siquiera abrió su boca. 33. Lo humillaron y no le hicieron justicia. ¿Quién describirá su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la tierra.» 34. -Dígame usted, por favor, ¿de quién habla aquí el profeta, de sí mismo o de algún otro? -le preguntó el eunuco a Felipe. 35. Entonces Felipe, comenzando con ese mismo pasaje de la Escritura, le anunció las buenas nuevas acerca de Jesús. 36. Mientras iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua, y dijo el eunuco: -Mire usted, aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?38 Entonces mandó parar el carro, y ambos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó. En este pasaje vemos que aquel oficial de la corte de la reina de Etiopía recibe el mensaje de las buenas nuevas de Jesús y le solicita a Felipe que le bautice. Felipe no encontrando ningún impedimento para bautizarlo lo hace en el río. Algunos tal vez se pueden preguntar y cuál es el requisito para que me pueda bautizar, pues el único indispensable es haber hecho una decisión y confesión de fe en Jesús como salvador personal.

Gente en Jerusalén:
Hechos 2:37. Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente conmovidos y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: -Hermanos, ¿qué debemos hacer? 38. -Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados -les contestó Pedro-, y recibirán el don del Espíritu Santo. 39. En efecto, la promesa es para ustedes, para sus hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar. 41. Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas. La condición necesaria para el bautismo es el arrepentimiento de mi vida pasada, la convicción de mi decisión de fe por Cristo Jesús y mi decisión voluntaria de vivir una vida con Él. Si has tomado esas resoluciones te invito a que prepares tu corazón para este maravilloso acto de fe y que el Espíritu Santo de Dios te unja con poder para cumplir su promesa de ser revestido con el fuego de su presencia. Amén.

EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO.
Ezequiel 36:25 Los rociaré con agua pura, y quedarán purificados. Los limpiaré de todas sus impurezas e idolatrías. 26 Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne. 27 Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis leyes. En Jesús se cumplió esta profecía, El sería esa agua pura que nos limpió y a través de Jesús, el Espíritu Santo sería introducido a nosotros.

Juan el Bautista lo declaró de esta manera: Mateo 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Jesús nos bautiza con el Espíritu Santo una vez tomamos la decisión de entregarle nuestro corazón. Algunos consideran que el bautismo del Espíritu es un acto separado a la conversión, la evidencia Bíblica es clara que en la conversión el Espíritu Santo viene a residir en el corazón del ser humano y Él es el que nos guía a toda verdad y nos redarguye de pecada, de justicia y de juicio. Ahora las manifestaciones del Espíritu y sus dones si son un proceso progresivo en el camino del creyente. Jesús declaró que seríamos revestidos de poder cuando viniera el Espíritu Santo, ese acontecimiento se cumplió en Pentecostés y a partir de ahí la labor del Espíritu Santo empezaría a ser una realidad en cada uno de los creyentes hasta el fin del mundo. Hechos 1:8pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Podemos afirmar desde una perspectiva bíblica, que fuiste bautizado con el Espíritu Santo desde el momento que le entregaste tu vida a Jesús y el entró en tu corazón. Al bautizarte en agua lo que vas a hacer es una manifestación pública, externa y consciente de tu fe en Jesús, reconociendo que has muerto al pecado y has renacido a una nueva vida en Dios y que en tú caminar con El, el Espíritu Santo manifestará su poder y te dará sus dones para que se cumpla en tu vida la promesa que nos entregó Jesús en Hechos 1:8 que recibirías poder cuando viniera el Espíritu Santo. Efesios 1:13 En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. 14 Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria. Juan 7:37 .... -¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! 38 De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.39 Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. Gálatas 3:14 Así sucedió, para que, por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa.

EL ESPÍRITU SANTO EN TU VIDA ES:
quien te consuela y el que te enseña todo lo de Dios y su Palabra. Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. El es el Espíritu de Verdad que te guía a toda verdad Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acercade mí. El Espíritu te llena de poder y de vida Romanos 8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Además, el Espíritu intercede por tu vida, te redarguye de pecado, te hará conocer a Dios, es el paracletos (tu ayudador). El Espíritu repartirá a tú vida dones que serán para tu edificación y de la gente que te rodea.

El Espíritu Santo también te ayudara a perdonar, para que empieces tu caminar con Jesús libre de toda carga y rencor del pasado. Es tan importante perdonar y pedir perdón porque nos ayuda a caminar sin el peso del pasado y poder disfrutar de la nueva vida con Jesús.

El PERDÓN
Colosenses 3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Una de las cualidades esenciales que tiene que estar presente en la vida de todo creyente es el perdón, como fruto, como resultado evidente de la diferencia que produce Cristo y la Palabra en el corazón del ser humano. El perdón se presenta como una herramienta imprescindible capaz de sanar las relaciones dentro del Cuerpo, ya que dentro de sus componentes más importantes están la capacidad de olvidar y soltar y permite continuar con un corazón libre de dolor, resentimiento, amargura y rencor. El perdón es la sutura que cierra las lesiones expuestas del corazón causadas por decepciones, traiciones, injurias, calumnias, difamaciones, injusticias y demás acciones que otras personas puedan ocasionar, sea intencional o involuntariamente. Estas caen en el alma como dardos mortales, ráfagas de munición que perforan y causan heridas sangrantes que si no son tratadas a través del perdón, nunca cicatrizan y terminan envenenando el ser interior, enmudeciendo y lacerando la capacidad de amar, e impidiendo experimentar el poder liberador que hay en la remisión del que causó el daño o la herida.

DEFINICIÓN DE PERDÓN
En el lenguaje bíblico se pueden identificar tres vocablos que son utilizados en los diversos pasajes de la Escritura, para las palabras perdonar, perdón y perdonador. Estas tres palabras en los idiomas hebreo y griego están definidas por múltiples vocablos con una amplitud de acepciones, entre ellas, perdón, perdonar, libertad, remisión, dejar libre, condonar, cancelar y expiar. En síntesis, podemos decir que perdonar significa: Absolver a alguien, liberándolo de la carga de su ofensa. Implica soltar el rencor, dolor y liberar la carga emocional soltando las amarras que sentimentalmente te ligan al ofensor. De acuerdo con la Real Academia Española, las palabras perdón y perdonar implican la idea de una condonación, remisión, cese de una falta, ofensa, demanda, castigo, indignación o ira, eximiendo al culpable de una obligación, discrepancia o error.

CONSIDERACIONES DEL PERDÓN
La esencia del perdón consiste en la virtud de eximir y liberar de la culpa, la obligación, del castigo al ofensor, pero también, tal vez lo más grandioso es que libera al afectado de la ira, del deseo de venganza
y lo libra de aquellos sentimientos que pueden aprisionar a la persona en una cárcel de amargura, resentimiento, rencor y demás reacciones emocionales negativas. En el libro de Colosenses en su capítulo 3 y versículo 13, pasaje con el cual iniciamos esta importante coyuntura, encontramos al apóstol Pablo dando valiosas indicaciones a los miembros de la iglesia, en cuanto a todos aquellos casos en los cuales se presenten diferencias, o confrontaciones de las que se desprendan roces, discusiones, ofensas, situaciones en las que al calor de sentimientos sensibles o lastimados, se escapan de la boca palabras y manifiestan actitudes hirientes que generan resentimiento. El apóstol Pablo les recuerda a los creyentes cuál debe ser el principio que se anteponga a la situación, a los deseos y las pasiones que se presenten en el momento en que es ocasionada la herida por una ofensa o por otra circunstancia, indicando que debe perdurar una actitud de soportarse unos a otros, que no debe verse como aguantar, sino va más profundo que esto, involucra una comprensión de cada persona y cada situación. A esto, reconociendo que no es suficiente, se le debe añadir la disposición amplia de perdonar, porque sólo el perdón permite o propicia mejor dicho, el seguir adelante permaneciendo unidos, no distantes, amándonos sin reserva en lugar de buscar destruirnos. Solo el perdón permite superar el conflicto sin dejar bajas, sin dejar heridos, sin cuantificar daños. Solo el perdón capacita a la persona para pasar la página, cerrar los capítulos y continuar la vida con un corazón restablecido. Colosenses 3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. El apóstol Pablo concluye este tan significativo consejo, exponiendo el maravilloso ejemplo de Cristo que encierra la esencia de lo que Dios ha practicado con su creación desde el Génesis mismo. “De la misma manera que Cristo los perdonó, así también háganlo ustedes.

El perdón debe suprimir todo sentimiento de ira, odio, rencor, debe sanar el corazón y limitar toda reacción negativa. Debe ir acompañado de la misericordia, que brinda comprensión, conmiseración, que se compadece, que extiende la posibilidad de la reconciliación y la restauración completa y definitiva.

EL PERDÓN CONDONA LO QUE ESTA PENDIENTE
A la luz de una de las extraordinarias enseñanzas del Maestro acerca de la oración, en el pasaje del Evangelio de Mateo, en el contexto de la oración del Padre Nuestro en el capítulo 6 y versículo 12, Jesús establece un fundamento perenne como modelo de lo que un cristiano, discípulo del Mesías debe buscar, seguir y actuar. Mateo 6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. 6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. Jesús nos enseña que si en nosotros radica la actitud de perdonar a aquel que nos debe o nos hizo algo, es necesario que podamos aplicar el perdón que condona, para así poder pedir al Padre su perdón que nos exima del pago de las facturas que corren en contra nuestra. Es importante aclarar que no es que Dios simple y sencillamente pasó por alto y se olvidó del pecado, sino se debe entender que Dios perdonó, sepultó y borró nuestras iniquidades y a partir de ahí nos conduce en un proceso de sanidad, limpieza y santificación por medio de su Palabra y la operación de su Espíritu.

AMPLITUD EN EL PERDÓN
En el libro de Isaías en su capítulo 55 encontramos otra cualidad extraordinaria de Dios que ejemplifica el modelo a seguir en cuanto a lo que el perdón se refiere. Isaías describe que el Señor es amplio en perdonar. Es decir que Dios se permite estar abierto para ser propicio a un corazón que se arrepiente no importando la magnitud de la falta. Isaías 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Amplitud involucra tener anchura, ser extenso, tener profundidad, radica en la abundancia, tener espacio abierto, es decir un corazón grande en perdonar. Es posible, que al ver esto, el primer pensamiento que salta a la mente va en la línea de que esto es imposible para el hombre, que Dios lo puede hacer porque Él es Dios y el hombre es imperfecto, incapaz de conducirse como Dios lo hace. Ciertamente eso es verdad, pero no es la verdad completa, porque la Palabra enseña que los que han nacido de nuevo, han muerto a la vieja naturaleza dominada por el pecado y la carne y una nueva naturaleza espiritual forjada en Dios, viene a nacer en ellos y debe evidenciarse en la conducta. En esa naturaleza ya no vive el “yo” sino que Cristo vive en el interior, en esa naturaleza los creyentes tienen la mente de Cristo, en esa nueva vida, el Espíritu viene a ser el guía y consolador. En esa naturaleza no debemos caminar por vista o por lo que nos dicta los sentidos y las emociones, debemos caminar en la fe, en la fe que nos produce la Palabra viva y eficaz de Dios, debemos caminar de acuerdo con los principios rectores del Señor, en eso fundamentamos nuestro comportamiento. Si es así, es posible y es consecuente que Dios imparta de forma sobrenatural la capacidad para poder manifestar en nosotros el carácter de Cristo, que no es diferente al del Padre. Debemos aprender a ser amplios en perdonar así como lo es Dios, amplitud en cantidad y calidad, Jesús nos llama a perdonar hasta setenta veces siete, eso definitivamente involucra amplitud, erradica la mezquindad y la escasez en el perdón.

SETENTA VECES SIETE
A la luz del capítulo 18 del Evangelio de Mateo, Jesús nos da una poderosa enseñanza al contestar una pregunta que le hace su discípulo Pedro. Es oportuno que entendamos el contexto en el cual se presenta dicha interpelación. Los fariseos y los demás líderes religiosos de Israel, creían, según la tradición de los ancianos, que estaban obligados a perdonar hasta tres veces una ofensa. Otro grupo de rabinos creía que Dios perdonaba como máximo cuatro veces la ofensa que la persona le hiciese. Sin embargo, Jesús viene a traer la verdadera interpretación, la esencia de la ley de Dios al contestar a los argumentos de Pedro.

Mateo 18:21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 18:22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. 18:23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 18:24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 18:25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. 18:26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 18:27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. 18:28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. 18:29 Entonces su consiervo,
postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 18:30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. 18:31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. 18:32

Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 18:33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? 18:34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 18:35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas. Jesús lo que establece en pocas palabras es que aquellos que somos sus discípulos debemos tener una actitud permanente, persistente e inagotable para perdonar. Una cualidad indiscutible e innegociable en todo creyente debe ser una disposición irrestricta para perdonar. Dicha capacidad debe ser puesta en práctica cada vez que la necesitemos sin reserva alguna. El capítulo 17 versículos 3 y 4 del Evangelio de Lucas, reafirma esta condición. Lucas 17:3 Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. 17:4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al di ate pide perdón, perdónale. El perdón funciona como un bumerán que siempre regresa al que lo utiliza, el que perdona nunca pasa desapercibido en el cielo, los ojos del Señor están pendientes de su pueblo y Él discierne los corazones y las intenciones y está presto a perdonar a aquellos que mantienen un corazón abierto y amplio en el
perdón. Esta debe ser una razón suficiente para ejercitar este músculo diariamente con una férrea determinación, que sea el perdón que se fundamenta en el amor el que permita al Cuerpo de Cristo seguir adelante en la tarea, manteniendo un corazón sano, libre de rencores, valorando a sus compañeros, sin desechar a nadie, amando a todos…

Indicaciones finales sobre el bautismo:
Te felicitamos por la decisión que has tomado de haber entregado tu vida a Jesus y seguir caminando en la fe. Siempre vamos a estar aquí para guiarte, tendrás maestros, lideres y pastores que te guiaran, esta será tu Iglesia y familia de fe. Te invitamos a que sigas conociendo a Dios en los discipulados en los grupos de conexión y asistiendo los domingos al servicio. El día designado para tu bautismo es un día muy especial y significativo para tu vida espiritual y sería muy importante que tu familia, amigos y seres queridos pudieran asistir por lo cual te animamos a que los invites a todos.

El día del bautismo entraras en un lugar con agua (piscina, recipiente, rio o mar) la persona que te bautizará te ayudara a sumergirte completamente en el agua y salir rápidamente con mucha alegría, antes de bautizarte el pastor te hará 2 preguntas,

#1 Estas Seguro/a de que Jesús es tu Salvador?
 A lo que puedes contestar, SI, o Si pastor, o Si estoy Seguro/a.

 #2 Porque quieres bautizarte? 
A lo que puedes contestar, porque he decidido seguir a Jesús, o por Obediencia a Jesús… etc.

Que debes traer?
Por lo general la iglesia te proveerá una Tshirt, pero debes traer ropa que te cubra todo el cuerpo, en lo posible oscura ya que la ropa clara se trasluce con el agua, una muda de ropa para cambiarte luego, un toallon peine, etc. El domingo siguiente al bautismo se te entregara un certificado y la iglesia orara por ti. También podrás hacerte miembro de la Iglesia llenando una aplicación para asi poder participar y ayudar en distintos ministerios.

Dios te bendiga.

Pr. Gabriel Goffman
Iglesia en Pompano.